sábado, 28 de septiembre de 2013

Ejercicio sobre el Resumen. Por: Steven Loaiza Marin y Jennyfer Villa Ramirez

SEPARADOS POR LENGUAS, UNIDOS POR PROBLEMAS


600 indígenas de varios continentes que están presentes en la “cumbre de la tierra” hablan 175 lenguas diferentes con numerosas señas, han logrado conversar sobre algo en común: sus problemas.

Los escandinavos, esquimales, rusos, japoneses, tailandeses, australianos, africanos y norteamericanos lograron un entendimiento básico en el inglés que han aprendido durante sus visitas a la ONU para denunciar las discriminaciones de que son víctimas.

Conscientes de que era imposible comunicarse en más de cinco idiomas, los indígenas renunciaron a hablar en sus lenguas nativas y optaron por utilizar las de sus conquistadores en sus debates.

Periodistas buscan intérpretes para entrevistar a los indígenas; finalmente impidieron un consenso en el cual los indígenas decidieron dividirse en tres grandes grupos (portugués, español e inglés) y sólo confrontar sus conclusiones al final del encuentro.

Las comunidades hablan de ecología y economía en su reunión. al recibir  las garantías de que su propuesta será escuchada por jefes de estado y de gobierno, los indígenas ensayan métodos para comunicarse y lograr un consenso.

La falta de tierras, la extinción de sus culturas,  el aislamiento, la imposición de otras religiones, la ausencia de voz en los centros de decisión política y la falta de respeto a sus tradiciones son asunto a esta reunión indígena.

 “Por causa de la contaminación de los ríos y de la invasión de nuestras tierras, no podemos pescar o cazar, y muchos se están trasladando a las ciudades”, intenta explicar, un saami de Noruega.

Siendo este un mundo en que todo tiende a la homogeneización, los nativos son las únicas poblaciones que ofrecen una resistencia cultural.

(Moreno, Carlos. “Separados por lenguas, unidos por problemas”. El Espectador. Bogotá, 31 de mayo de 1992).

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